Esa es mi seña, un G. Una G que escribe cosas como "siento mucho nos ser todo lo perfecta que podría ser y que mi cuerpo sea como es, y que mis ojos no tengan otro color. Pero nadie te ha obligado nunca a mirarme". Y de montarse cacaos mentales incomprensibles del tipo "Es que no sé, no estoy acostumbrada a esto.Yo no soy de esas que saben lo que hacer por los demás. Lo mío es mirar por mi y si alguien me necesita intentar estar. Y no quiere decir que quiera dejarlo, eso es realmente lo último que quiero. Solo es que necesito una ayuda que no soy capaz de pedirle y me pierdo."
G de "estar mal pudiendo estar todo en su sitio" de pasar una mala racha y no querer admitirle a nadie que realmente lo que me hace estar mal es no saber por qué estoy mal. Y que acepto las críticas y los golpes bajos pero nunca la ayuda de los demás. Que siempre me pierdo, que nunca he conocido el camino y doy pasos a oscuras como esperando a que algo pase. Cantar canciones solo para que mis oídos se inunden de algo que no sean mis gritos internos, solo para que mis ojos se fijen en algo diferente.
Siempre a la defensiva, siempre alerta, siempre asustada y sola. Dudando de todo incluso de aquellas cosas que me hacen sentir viva.
Queriendo alejar a la gente que necesito cerca. G de "Socorro, me quemo, me ahogo, lo siento, no puedo..."
Y sé que ayuda no lleva G, que miedo no lleva G y que soledad tampoco. Pero libertad, valentía y sueños tampoco.
Con G de Gilipollas.
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