Behind.

Un trozo de espejo, un vaso con agua, una canica que no sabe girar, unos gritos envasados al vacío que nadie quiso nunca escuchar, una mirada en una cámara de fotografía, una gran bola de cristal que refleja el cielo, un arcoiris pintado en un trozo de servilleta, dos palabras escritas con rotulador en el marco de una puerta, un nombre, una sonrisa, una canción, siete frases de siete palabras, miles de listas de cosas que nadie entiende;
papel y un bolígrafo.

viernes, 23 de marzo de 2012

L;F.

"Jo, estoy más contenta..." 
Eso es todo lo que he dicho. Y tal vez ellas no lo hallan entendido como yo. 
Pero no me refería a nada más que al hecho de poder compartir una noche tan extraña y estúpida como esta con ellas en la cual no importa nada más que verlas bien. que verlas juntas conmigo.
Cada vez que se ríen, cada palabra que dicen, cada canción, cada calada...
Los segundos vuelan cuando estás bien. Cuando todo parece girar en torno a un suceso que no tiene nada que ver con este presente. 
Entonces algo cruza mi mente, palabras; solo palabras. Esas mismas palabras de las que tantas me quejo siempre y de las que me seguiré quejando...
Me levanto y me digo a mi misma que necesito escribirlas algo que las haga ser conscientes de cuantísimo me apetecía que estuvieran aquí. 
Y luego todo será silencio. Cuando se haga el sueño, pero mi sueño era esto. Estar bien, pero bien de verdad. Como hacía tanto que no estaba. Como solo ellas consiguen que esté a diario, cuando todo se cae entorno a mi y las llamo y acuden. Entonces es cuando se que no hay otra compañía para una noche como esta. Que no hay otros ojos más verdes ni más azules para reflejarme. 
Cuando me doy cuenta de que al fin me importan más que yo misma.
¿Qué le hago si soy tan feliz como ahora mismo que me piden que lea esto para ellas y no puedo por miedo a que me tiemble la voz y no suene creible?
¿Qué le voy a hacer si las quiero?

martes, 20 de marzo de 2012

I hope that you're as crazy as me.

-¡Vamos a jugar a que somos únicos! ¡Dame la mano y vamos a correr entre la gente, vamos a darle la vuelta a Madrid y a gritar en medio de la Gran Vía!- buscando ratros de burla en los ojos de ella, se ha quedado mirándola como idiotizado. Sonrien-
-¿Qué dices? No podemos hacer esas cosas, es una locura.- Ella deja de sonreir y le mira frunciendo el ceño, con un mohín infantil. Él no habla en serio, pero le gusta verla sobreactuar.
-¡Pero tú siempre dices que hay que hacer locuras! Y Madrid es muy grande, hay mucha gente. No creo que nadie nos mire si gritamos un poco o si nos subimos a cualquier estatua, no creo que les importe que nos bañemos en una fuente a las 3.00 de la mañana en una noche de verano.- Agitando los brazos hace gestos que apoyan cada una de sus proposiciones, le tiemblan las manos solo de pensar en gritar por Madrid.- Pero no es lo mismo si no vienes tú. No haría nada eso si no vienes tú.
-¿Y por qué yo?- Se acerca un poco a ella, apoyando las manos en sus hombros, haciéndola bajar los brazos y cerrar la boca.- ¿Por qué yo y no cualquier otro? Alguien que grite más alto, que corra más rápido o que no tenga inconveniente en meterse contigo en una fuente a las 3.00 de la mañana en la noche más calurosa de todo el verano, ¿Por qué yo?- Unos centimetros menos de distancia. Ella está roja y a él le hace tanta gracia ver como poco a poco se va poniendo cada vez más nerviosa...
-Pues porque no quiero gritar con otra persona. -Titubea, duda que debe decir o hacer. Pero recupera la compostura hablando con un tono infantil, como la súplica de una niña pequeña.- ¿No gritas lo suficientemente alto? ¡Yo gritaré el doble por ti! O la mitad, para que se nos oiga a los dos, lo que tú quieras. Además, no digas tonterías ¡tú también quieres esto! Quieres hacer locuras y estupide...- Un corte seco, un beso. ¿Para qué tanto hablar si todas aquellas locuras iban a llevarlas a cabo discutiéndolo o no?
Una sonrisa, unos instantes de pausa, un leve roce de labios, una caricia. El universo en persona envolviéndolos lentamente. Y entonces, al final de todo, una mirada.
-Cállate, idiota. Sabes de sobra que haría cualquier locura contigo. No vuelvas a pedirme permiso, solo agarra mi mano y echa a correr. Yo te sigo.- Él sonrie, ella también sonrie y abrazándose a su cuello le da la razón en forma de beso.


Y ya no dicen nada más. Porque no hace falta.

jueves, 15 de marzo de 2012

Si L está happy G está happy.

"-Eh, Evelyne, mira los rayos de sol que se cuelan entre las ramas de los árboles, ¿sabes qué son?
-No, ¿qué son?
-Son rayos de Ángel y ¿sabes qué quieren decir?
-¿Qué quieren decir, Abuelo?
-Que tu Ángel de la guarda está contigo, cuidando de ti."

Se miraron un segundo y ya estaba todo dicho. ¿Para qué las palabras? 
La chica de los ojos verdes miró a traves de los ojos azules y sonrió preparándose para el abrazo y los sollozos. Lista para verla caer y poderla levantar de nuevo, sin importar cual fuera la tontería por la que estaba callendo. Simplemente estaba ahí para arrancarla una sonrisa.
-No me sueltes, por favor. Me caigo.
-¿Por qué iba a soltarte?
-Tal vez soy una carga, demasiado peso para tan poca cosa.
-No digas tonterías, cállate. Todo va a salir bien, las cosas pasan siempre por algo.
Y con los ojos azules llenos de lágrimas, gritó. Y la chica de los ojos verdes gritó con ella, agarrando con fuerza su mano para hacerla ver que no estaba sola. Que no tenía por qué estar mal, que no tenía por qué pasarse las tardes encerrada entre cuatro paredes...
Bajo cualquier circunstancia, tenía alguien dispuesta a a abrazarla una tarde entera si así conseguiría verla bien.

Porque, ¿sabes? Ya era hora de que tuvieras un espacio y de decirte que te quiero con esas palabras que solo aquí se utilizar. Sé que no necesito decirte nada para que entiendas lo que pasa, que simplemente lo sabes. Y eso no es algo que pueda decir de todo el mundo.
Seguramente esta no sea la última vez que necesite que alguien me aguante, que seas tú quien lo haga. Porque hay veces que no es tan solo asentir y decir "te entiendo", hay veces que se necesita un rotundo "eres imbécil" que te haga reaccionar y ver las cosas como son. 
Voy a caerme una y mil veces y me haré daño tantas veces como golpes reciba. Pero sé que tarde o temprano los rayos de sol se colarán entre las nubes y estaré un poco menos sola.

<3~

miércoles, 14 de marzo de 2012

NoWhore.

"Dicen que mis palabras son veneno y por eso te he dejado de hablar, no quisiera hacerte daño".

Eres mala por naturaleza, nadie sabe romper una coraza como la tuya. Eres la mejor en el arte de la mentira, ocultándote tras tus propias palabras. Todas ellas vacías, penden de un hilo invisible y se evaporan.
Vuelves a agachar la cabeza un "¿Qué tal?" resuena y un "Bien, bien..." sale de tus labios hinchados de mentir. Sigues presa de ti misma, de la opresión en el pecho. De la falta de intenciones, que mal todo ¿no?
Te sientas delante del espejo y comienzas a quitarte el antifáz, paso a paso; los labios, los ojos, el pelo. Y volviendo a ser tú, te das cuenta de lo hermosa que eres y sonríes muy a tu pesar porque sabes que nadie va a verte nunca sin tu maquillaje, sin tu antifáz. 
Verán de ti lo que pretendes ser cada día al salir por la puerta de tu casa. Verán esa bonita sonrisa pintada, las ojeras disimuladas con maquillaje, las mirada intensa que esconde a una cobarde y resaltada en negro. 
Para ellos eres un ideal de fuerza y de arrojo. Pero todos saben que eres veneno, que no eres real. Que si alguien se te acerca lo consumes. Acabas una y otra vez sola, has llegado a tal punto que ni te molestas en preguntare el por qué de cada suspiro.
Estar sola ya no es tan malo para ti, aunque solo sea por lo habituada que estás a ello.
Y entonces alguien empieza a quererte y te obligas a tener miedo y a decir "basta" para luego arrepentirte de absolutamente todo. Eres idiota, eres veneno, eres mala y has dejado de disfrutar con ello.
Te miras con atención, el reflejo en el espejo ya no sabe de que manera mentirte para hacerte sonreir.
Ni tú misma sabes cómo mentirte y que parezca creible, ya no sabes qué decirte para que todo vaya bien.
Déjalo estar, no te vuelvas a maquillar. 
Olvídate en tu casa ese estúpido antifaz. Todos deben saber que no eres lo que has mostrado. Déjales ver que estás hecha de sueños y de sonrisas, que eres muchísimo más bonita sin pintar, dejándote ser, dejándote llevar.
Eres muchísimo más de lo que enseñas, de lo que muestra ese espejo.
Déjate convencer y trata de ser simplemente tú, sin fachadas. Ese escudo que llevas te hace parecer mala y descorazonada.
Pero mírate, unos ojos como los tuyos, así, sin maquillaje, no pueden ser malos, no deben llorar. 
No dejes que nada ni nadie te haga daño, no les permitas creer ni por un segundo que son más que tú. Es mentira. Desde el primer hasta el último momento.
Adelante; déjate volar. Esa fachada tuya no se sotiene más, déjala caer. Derrúmbala y escápa de tus miedos.

No más lágrimas, no más máscaras de pestañas, no más sonrisas marca Dior.

martes, 13 de marzo de 2012

Y si no es con la muerte, ¿puedo bailar contigo?

"Sería capáz de cambiar el calendario lunar,
para verte aquí en Madrid un día más.
Podría llegar a escalar esta montaña polar y a tu lado aterrizar.
Ver veletas agromontes sin mirar.
Podría viajar a Madrid con mi nave espacial
y el paseo de los tristes alegrar.
Si te pones a bailar
las farolas nos alumbran al pasar.
Siendo tan pequeño el universo, ¿Cómo pudiste caber allí?
Siendo tan eterno este momento, ¿Cómo me voy a querer morir?
para quedarme sin ti...
Y bailar con la muerte no es buen plan,
yo prefiero que me mates tú a bailar."
Adaptación de;
ln Granda, Supersubmarina.
Sueltas mi mano, es tu momento de partir y dices que no sabes si volverás. Te entiendo, si yo fuera tú hace ya siglos que me habría soltado de este extraño baile.
Te miro por última vez, sin dejar de bailar. Te leo, te siento extrañamente lejos. Las vueltas y más vueltas me piden que sonría pero ahora mis manos están frías. Si tú supieras todo lo que ha pasado y no te he contado.  
Tal vez eso cambie las cosas, correr a llamarte para contártelo. Pero en lugar de eso me mantengo en mi baile, dandole vueltas y más vueltas a las cosas.
Como se asemejan los problemas a bailar, solo por las vueltas absurdas. Y ahora me da hasta un poco de miedo parar. Llevo tanto tiempo girando que no recuerdo lo que se siente al estar quieto y con los pies bien plantados sobre el suelo.
¡Qué locura! Que falta de razones lógicas para seguir girando, pero me gusta tanto. Esa sensación de que puedo volar de que no voy a cansarme nunca de estar así. A pesar de quién me agarra de la mano y al final se cansa de estar conmigo, de girar, de gritar y de aguantar mis cambios de sentido.
No te sientas mal si no quieres estar, te lo digo de verdad. Entiendo que llegados a cierto punto mis cambios de sentido ya no se pueden soportar más y es mejor echar a andar y olvidar.
Ya ha pasado antes, pero nunca me habían entrado tantas ganas de dejar de girar como ahora mismo. Parar en seco y correr a buscarte e instirte hasta hacerte volver a bailar.
Pero no quiero empeorar las cosas más y creo que es mejor que no pare de girar, que no deje de bailar, que te espere deseando que quieras volver. Porque al parecer me he vuelto a equivocar otra vez y tal vez, no sé, este sea un buen momento para aprender y dejar de cometer tantos errores estúpidos.
Y que no vale con un "lo siento, te quiero ¿me perdonas?" ya lo sé. Debería hacer halgo más para que entiendas lo que pasa por mi cabeza entre vuelta y vuelta, con cada tropiezo en los cambios de sentido.
Pero este baile es una vida y yo no se bailar, solo improviso todos mis pasos.
Y ahora que sabes que no sé bailar, ¿te importaría darme la mano y simplemente girar y girar... ?

lunes, 12 de marzo de 2012

Llévame a ese lugar donde no volvamos a estar tristes.

Cuando estamos mal y alguien encuentra una canción que lo describe todo tan bien que te obliga a llorar,
¿por qué no paramos de escucharla?
¿Por qué suena una y otra vez sin parar, haciéndonos caer más y más?
¿Por qué lloramos? Llorar no hace que las cosas salgan bien, no hace que las cosas se solucionen. Llorar no va a hacer que todo esté en su sitio, no va a hacer que dejemos de estar mal y sin embargo una vez empezamos nos cuesta tantísimo parar.
¿Por qué a veces cuentan mal los malos ratos que todo lo bueno? No creo que sea algo que queramos. Creo que simplemente nos gusta estar mal, nos gusta recordarnos que no somos del todo felices.
Pero, ¿sabes? lo tenemos todo. Y no paramos de quejarnos, nos ofrecen ayuda y la rechazamos. 
Nos creemos tan fuertes.
Y al final, ¿al final qué? recurrimos siempre a la misma persona para soltar todo lo malo, para descargarnos de un modo injusto e inútil.
No sabemos llorar solos ni tragar con nuestros problemas en silencio, estamos hechos para necesitar a los demás. ¿Y dónde están los demás cuando todo se reduce a las cuatro paredes de tu habitación?
Llevo meses pidiéndole a cualquiera que pudiera escucharme que me sacara de esta locura, pero nadie ha aparecido. Y al final he tenido que salir sola y todo esta mal ahora.
Ya te buscaré dentro de 14 días aunque solo sea para decirte que te echo de menos.
¿Está mal equivocarse? No creo que esté peor que no saber admitirlo, en serio ¿dónde estás? ¿Qué haces? ¿Por qué no estás aquí? ¿De verdad no pudiste verlo?
Joder, que mal todo. Que impotencia de mierda, que asco de kilómetros y de dudas y de todo. 
¿Por qué la gente está mal pudiendo estar bien? Lo siento, pero en serio no lo entiendo. Buscamos el camino más complicado para estar bien y no nos aporta nada. 
Me he partido el tarro, pensando y pensando en cientos de "por qués" pero no me cabe en la cabeza.
No entiendo esas cosas que sentís, que os hacen estar bien y superar cualquier inconveniente.
¿Por qué todos pueden menos yo? ¿Qué pasa?
¿Qué hemos hecho mal para estar así? No lo entiendo, no puedo. Joder.

¿Qué esperan?

sábado, 10 de marzo de 2012

Take the fall.

El vaso calló al suelo y en un instante estaba roto en mil pequeños pedacitos. La bebida comezzaba a extenderse por las baldosas y ya humedecía sus pies. Miró el destrozo con una mueca de asco y se levantó, apoyándose en la mesa para no caerse, para encontrar algo con lo que limpiar aquello. 
Con el primer paso, cientos de microcristales se introdujeron lenta y dolorosamente en la planta de su pie que, humedecido por el alcohol, comenzó a arderle de un modo exagerado. Emitiendo un profundo grito cayó al suelo aturdido, clavándose los cristales que quedaban en el costado y en las manos. Ya no podía gritar, la cabeza le daba vueltas. Un terrible ardor subía de su estómago a su garganta, lo conocía bien; primero el ardor, luego las náuseas y después el vómito. Y luego un terrible dolor en todo el cuerpo.
¿Cuántas veces se había prometido dejarlo? Sonrió para si mismo, el ardor se intesificaba y notaba el pulso con claridad.
Se puso boca abajo, indiferente a la sangre que emanaban las heridas mezclada con el alcohol. Respiraba con dificultada a causa del dolor y el mareo. Y en su cabeza resonaba con fuerza un pensamiento "¿Y mi botella? ¿Dónde está mi puta botella?" Miraba hacia todas partes queriendo encontrarla, buscando más, sediento de un poco más de alcohol, de acabar un poco más hundido en una sola noche.
De fondo sonaba el Segundo movimiento de La Ley Innata, Extremoduro. 
"No puedo comprender, me da pereza" una lágrima recorrió su mejilla. Las ganas de gritar se hacían con él, se apoderaban de sus pulmones y sus gargantas. Pero las náuseas eran mucho más fuertes y él se sentía increiblemente torpe. Quería levantarse para ir al baño a vomitar, pero no tenía fuerzas. No podía dar un solo paso, no se veía capaz de ejecutar ni un pequeño movimiento. Y los cristales se hundían más y más en su piel.
Quiso vomitar, pero no podía ni si quiera eso. Dejó caer la cabeza contra el suelo y se quedó allí tirado.

"No necesito alas para volar, prefiero LSD."
Eso fue lo primero que escuchó nada más recuperó el conocimiento. Un dolor terrrible saudió todo su cuerpo, tenía que levantarse y limpiarse las heridas. Arrastrándose hasta la mesa, se agarró al borde y se dio un pequeño impulso. Una mueca de dolor y un grito ahogado fue su única reacción reacción.
Apoyándose en las paredes, se desplazó hasta el baño y allí se dejó caer en frente de la taza del vater. Las náuseas volvían, pero esta vez llegaron a más. No aguantaba, era demasiado. Lo echó todo y se quedó ahí, apoyado con la cabeza agachada, sin fuerzas para nada.
Se sentía intoxicado por cada una de las gotas que había bebido y aquellas que se habían introducido en sus heridas.
"¿Qué estoy haciendo con mi vida?" Se miraba al espejo, horrorizado por su propio reflejo. Los ojos rojos e hinchados, varios cortes en la mejilla, increiblemente pálido y cansado. 
Consumido por los vicios, por los malos pensamientos. Consumido en una casa que le estaba quemando las fuerzas, las energías y las ganas de seguir viviendo.
"No sé que me pasa, pero esto no va a continuar así." Lanzándose una mirada decidida a si mismo, se desnudó y entró en la bañera para limpiarse la sangre.
-Hoy es el final de todo esto, tenemos que salir. Tenemos que poder...

lunes, 5 de marzo de 2012

10 words to tell you...

"¡Cómo me gustaría que estos segundos en los que puedo mirarte de cerca fueran para siempre...!"

No puedo olvidarte, ni aun que quisiera saldrías de mi cabeza. Cada noche juego a dibujarte y desdibujarte en mi mente para poder soñar contigo. Reconstruyo paso a paso todas tus formas, aquellas que tan minuciosamente pude memorizar; tu espalda, tus labios, tus hombros, tu cuello, tus ojos, tus orejas, la forma de tu sonrisa...
Me dejo inundar por tu imagen y un escalofrío recorre todo mi cuerpo, de palmo a palmo al recordar tu contacto. Durante unos instantes la distancia desaparece, se desvanece. Vuelvo a notar en mis dedos tu piel, repaso mentalmente las caricias que quiero darte y luego escucho tu voz con suavidad, susurrando en mi oido. Como si estuvieras aquí, como si estuvieras conmigo. Cada palabra que has dicho y aquellas que te he imaginado diciendo resuenan en mi cabeza arrancándome suspiros que son totalmente tuyos.
Y luego todo desparece, mi cama y mi mente se quedan totalmente vacías y solo estoy yo con mis recuerdos, sintiéndome muy pequeña. 
¿Sabes? a veces me reprocho a mi misma el querer que seas tú lo último que ronde mi cabeza antes de quedarme dormida, pero no me importa, da igual, los que me invade tu calor me siento bien, estoy tanquila.
Puedo jugar a olvidarte y salir perdiendo una y otra vez. Ya ni me molesto en intentarlo, ¿Para qué? Si cruzas mi cabeza a tus anchas y ya ni puedo ni quiero echarte. Me gusta que estés ahí metido.
Eres importante a tu manera, a pesar de que yo no quiera admitirlo, a pesar de todas las molestias que me tomo por negarlo hasta hacerte enfadar. Y tal vez nunca sea capáz de decirlo en voz alta, de mirarte a los ojos y simplemente dejar que las palabras fluyan.
Pero no te enfades conmigo. Porque hay cosas que es mejor demostrar que explicar y puedo demostrarte que te quiero las veces que sea necesario sin necesidad de decirlo nunca.

sábado, 3 de marzo de 2012

Esto va tal que así; no esperes a que deje de llover, sal y empápate de vida.

"-¿Sabes qué es lo que realmente importa?
-No, ¿el qué?
-¿Ves ese espejo de allí? Anda, ve hacia él y dime qué ves.
-Solo estoy yo.
-Pues eso es lo que realmente importa."
Tú, tú y tu sonrisa. Tus ganas de vivir, de seguir adelante sin que pueda frenarte nadie. Las cosas que haces, las decisiones que tomas, todo eso son actos que te benefician a ti. Lo demás es secundario. 
¿entiendes a lo que me refiero?
No puedes pasarte la vida dependiendo de la gente para estar bien, al final acabarás triste, mal y solo. 
No quiero decir que dejes de lado a tus amigos, a la gente que te quiere y que te apoya. Solo digo que no debes depender de ellos para estar bien. Eres tú quien tiene que hacerte feliz.
Porque no es justo que te hundas porque la gente esté demasiado ocupada como para prestarte un poco de atención. No siempre estamos lo suficientemente atentos, nos pasa a todos.
Alimenta tu sonrisa con cosas pequeñas; baila, canta, escribe, dibuja, salta, fuma, bebe, no sé, lo que más te apetezca. Solo hazlo, porque cualquier cosa es mejor que estar tirado en una esquina de tu habitación escuchando canciones tristes y esperando a que suene el móvil. Porque no sonará y te sentirás peor, además de un completo gilipollas. 
Porque, si cada vez que estamos mal tenemos que esperar a que alguien nos haga verlo todo de otro modo, estamos realmente jodidos.
Así que, sal de casa, date un paseo mientras escuchas canciones de tus grupos favoritos a todo volumen y luego vuelves y me cuentas.
Si no estás mejor, solo avisa. Ya pensaremos algo, pero antes inténtalo tú solo.

:)

jueves, 1 de marzo de 2012

Days of shit.


Abro esto y tardo horas para escribir dos frases ¿Qué cojones me pasa en la cabeza? No estoy bien, la situación no es la adecuada y no me apetece nada.
Estoy mal conmigo misma, contigo, con todos. Me miro al espejo para preguntarme qué quiero y por qué no hago nada para tener lo que busco. Y harta de preguntarme sin llegar a ninguna conclusión me voy a mi habitación, me pongo la música y me dedico a soñar, dejar volar mi cabeza es lo único que me proporciona unos segundos de bienestar. Y luego volver a lo mismo, el caos, los malos ratos, las diculpas, los malentendidos, la esperanza 0 de que las cosas salgan bien.
Tienes miles y millones de ideas en la cabeza, tienes ganas de hacer cosas nuevas, quieres gritar, quieres estar bien... pero no haces nada. Te quedas quieto en tu cama, mirando al techo.
En realidad no pasa nada, el único problema es no saber estar bien cuando las situaciones te lo requieren. Pero pasará, todo pasa tarde o temprano. A pesar de tenerte que disculpar mil veces o de enfadarte contigo mismo miles de veces, acaba pasando. 
Volveré a estar bien otra vez cuando todo haya pasado, no hay nada eterno y un pronto me despertaré y todo estará en su sitio. En el lugar que le corresponde.
Hasta que eso llegue, lo siento. Siento las molestias que pueda ocasionar, las palabras mal escogidas, las acciones que no debería llevar a cabo. Siento no saber decir "Te quiero" o no ser capaz de ir a un hospital, siento preocupar a la gente con las cosas que hago o dejo de hacer, pero sobre todo siento no ser capaz de estar a la altura de vuestras situaciones. 
¿Qué queréis que diga? Creo que se nota. 

 Lo siento,pero dentro de poco todo irá bien...