Behind.

Un trozo de espejo, un vaso con agua, una canica que no sabe girar, unos gritos envasados al vacío que nadie quiso nunca escuchar, una mirada en una cámara de fotografía, una gran bola de cristal que refleja el cielo, un arcoiris pintado en un trozo de servilleta, dos palabras escritas con rotulador en el marco de una puerta, un nombre, una sonrisa, una canción, siete frases de siete palabras, miles de listas de cosas que nadie entiende;
papel y un bolígrafo.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Call me Monster.

Estático. Todo quieto, ni el silencio se atrevía a moverse.
Solo el miedo era capaz de avanzar entre ella y su propio mal. Miles eran las pesadillas que se habían apoderado de su mente durante toda su vida, pero ninguna tan terrible como aquella. Y estaban ella y Monster, la una frente a la otra. Ambas temblaban, pero solo una tenía autentico miedo.
Monster temblaba de excitación al ver a su presa, tan pequeña, tan tierna, tan débil, tan suya... quería saltar a su yugular y devorarla. Su respiración estaba agitada y sus pupilas dilatadas dejando solo una franja amarillenta en sus grandes ojos negros. Ya era suya, tantos años recorriendo su mente a la deriva y al final sería suya. No iba a fallar, no iba a dar un paso en falso arriesgándose a perder a su presa más codiciada. Sonrió mostrando una hilera de enormes y afilados dientes que brillaban con las luces que se colaban por la ventana.
Pero aquella sonrisa fue una simple señal de aviso.
Poseída por un pánico terrible y sin saber muy bien que hacer ella corrió hacia la ventana ante la atenta mirada de Monster, que tras darse cuenta de su error comenzó a correr detrás de ella.
-"No vas a escapar de mi de nuevo"- Gritaba dentro de la cabeza de ella, donde siempre había estado encerrada. No podía gritar más fuerte pero a ella le dolió como si hubiera clavado el grito en su oreja de golpe. 
Ella gritó y aceleró el paso. Las piernas le dolían una barbaridad y sentía la boca pastosa y con un extraño sabor bastante semejante a la sangre. Estaba asustada, temblaba temiendo que las piernas fallasen y cayera en las garras de Monster. Antes la muerte que caer en manos de Monster... 
Por sus mejillas rodaban dos lagrimas negras que advertían de lo cerca que estaba ya de caer. 
-"Eres tú o yo y no voy a renunciar a nada por ti." - volvió a hablar Monster. Pero eso ella ya lo sabía, ambas no podían existir.
Pero tampoco podrían vivir mucho tiempo la una sin la otra. Monster no quería matarla, quería encerrarla. 
Corrió cuanto pudo pero para cuando consiguió alcanzarla ya era tarde, ella había saltado por la ventana. Monster salto una décima después consiguiendo abrazarse a ella y rodeándola con su cuerpo trato de hablar.
-Sabes Monster, hay otra opción antes que la muerte o el encierro. Vamos a hacernos una, acepta tu lado humano y yo aceptaré mi lado monstruoso, por favor.- Ella no podía parar de llorar, no quería eso pero no quería morir ni dejarse matar por aquel infierno de vida que había vivido hasta ese instante.
Monster asintió ante aquella petición. Ella tampoco quería ser humana y tener sentimientos. No quería perder su color gris para pasar a tener demasiadas tonalidades como para numerarlas todas. Pero ya no era o ella o la muchacha. Ahora era o la muchacha o morir. Y Monster aún tenía demasiada sangre que  probar antes de morir.~

You are... ?

Llegará el momento en el que al monstruo se le caerán los colmillos y las garras, se vea desprovisto de armas y decida huir temiendo a todo lo demás. Tal vez entonces vuelva a ser normal, desaparecerán los ojos hinchados de maldad y miedo, dejará de atormentar a gente en sus sueños para martirizarse luego recordando sus gritos.
Y entonces volverá a dormir en paz. 
Tal vez a aquella chica se le destiña el gorro quedándose todo en blanco y negro dejando de escribir. Quizás se le agoten las ganas de soñar y decida salir a ver que hay más allá de su ilimitada imaginación. Cuando llegue ese momento todo esto desaparecerá y por no quedar, no quedará ni como una prueba de que algún día soñó con reinos perdidos y trenes fantasmas.
Y en ese mismo momento tal vez la bohemia cuelgue el pincel y se baje de escena dejando a los demás el mundo que ella ya se atrevió a pisar. Puede que no tenga ningún motivo, ya se sabe que los bohemios no siempre tienen un motivo.
Y lo mismo pensaba la pequeña pelirroja que no paraba de danzar en un cuento de hadas. Ella tampoco tenía motivos.
¿Y la loca? Quizás recupere la cordura mientras nadie mira para convertirse en una persona decente y respetable a la que tratar de tú a tú en una conversación sobre política, literatura, ciencias...
Si eso pasa, entonces sabremos que la chica tripolar ha muerto.
Y todas esas almas cambiadas e irreconocibles guardarán un minuto de silencio y se mirarán las unas a las otras preguntándose quienes son y por qué detrás de lo que eran solo había un retrato de normalidad.
Todas iguales, todas en blanco y negro.

"Un alma compuesta de miles de pedazos es un alma fuerte, puedes destruir uno de ellos que siempre quedarán sueños encerrados en los trozos restantes"

sábado, 20 de agosto de 2011

You can find me behind blue Eyes~

Soy solo la mitad de los sueños replegados de la gente. No planteo hacer que me veas como una ilusión, solo quiero que adquieras de mi el mismo concepto que tengo yo.
La gente tiene sueños, o los ha tenido y el peso de un sueño siempre queda cargado en nuestras espaldas. Pues bien, yo llevo mi sueño más como una pesadilla. Según fueron pasando los años crecí con el miedo a soñar más, visto desde un punto pesimista renuncié a la felicidad que ello podía proporcionarme. No creo que esto realmente pueda importarte ni tampoco espero que te sientas minimamente reflejado, lo que espero hacerte ver es que después de aquello quedé vacía hasta llegar a ser lo que soy hoy.
Soy el tipo de persona que prefiere pensar que puede ser feliz sola antes que arriesgarse a intentar querer a alguien.
 ¿Imaginas hasta que punto es gris una vida pretendiendo no tener emociones? ¿Convenciendome a mi misma de que decir "Te quiero" no es más que una debilidad como otra cualquiera?
Estoy segura de que tú también has pensado esto y por eso aún estás leyendo con un poco de atención mis palabras.
Pero es que no es fácil explicar como pasó todo esto. Como he llegado al punto de estar tan bien sola que antes que oír a la gente prefiero quedarme en silencio bajo la lluvia y sin ninguna compañia pensando el tipo de cosas que luego, cuando llego a casa, escribo aquí para que las mires y te veas un poco en ellas. Me gusta saber que tal vez te emociones, que te ríes o que lloras con las ideas que a veces cruzan mi mente para hacerme reaccionar.
Por ese motivo, por la sola razón de que lees mis palabras quiero que, aunque solo sea un poco, puedas conocer a la dueña de la cabeza desordenada y hasta un poco desquiciada que invierte algunas horas de su vida en un espacio que no todo el mundo va a leer. Y no solo para que tú sepas de mi, también para hacerme a la idea de que sensaciones pueden producirte las estupideces que se me ocurren.
Dime, ¿tú también lloras cuando una canción suena alto en tu cabeza y sientes como el mundo se desvanece a tu alrededor sin dejar constancia de su existencia?
¿También te olvidas de todo cuando una idea ronda tu cabeza hasta hacerte rozar la locura?
¿Y tienes miedo de las tormentas aunque adores la lluvia?
¿A ti también te sobrecarga el sonido de la gente y te agobias cono solo pensarlo?
O tal vez tú eres una persona normal, como otra cualquiera con los quebraderos de cabeza típicos de la edad pero que tampoco busca mayores complicaciones. Simplemente lees esto porque te apetece o a lo mejor no tienes realmente nada que hacer...
Yo no quiero que me entiendas, ni que te importe demasiado.
Solo quiero que, pase lo que pase, me prometas que serás más feliz de lo que puedas llegar a aparentar.

Somos libres y sabemos como disfrutar de ello.

Esta noche vamos a pasar de todo. Estamos locos y ya no tenemos miedo.
Somos libres.
Esta noche vamos a jugar a ser fuertes, vamos a gritar por la ciudad:
“¡SOMOS LIBRES!”
Ya no voy a darle mas excusas a mi lengua para buscar la tuya, esta noche se van a juntar sin ningún tipo de pretexto. Sabes porque, ¿no?
Si, porque somos libres.
Hoy vamos a recorrer todas las calles de Madrid, vamos a subirnos a los bancos y vamos a cantar mientras brincamos.
Porque lo somos, si, lo somos.
No vamos a necesitar nada, ningún aliciente. No necesitaremos drogas, ni alcohol, ni dinero.
Solo precisamos de nuestra compañía y de nuestras voces cantando al compás:
“Don’t stop me now!”
De forma desafinada, perdiéndonos en la letra y desafiando a las nubes con nuestras voces. Pero sin parar de reír.
Podemos hacerlo, somos dueños de nuestra noche; somos libres.
Brillaremos en contraste con la vida nocturna y nuestras carcajadas resonaran en los alrededores de la ciudad.
Por que, si es verdad, yo siempre me quejo de que no me gusta, de que es fría y molesta.
Pero esta noche, la ciudad, es simplemente nuestra y su frialdad no va a frenar mis saltos. No va a agravar mis miedos. Me he desecho de ellos.
Eso me hace libre.
Esta noche es tuya, es mía.
Esta noche eres mío, soy tuya.
Esta noche mañana, es poco importante.
Esta noche somos libres.

Bb; BesosBipolares ♥.

-¡Caramelazo!
-¡Un regalazo ¡ Ahora… ¿me das un caramelo?
-¿De que sabor?
-¿Uhmm tienes sabor "final feliz"? aunque el sabor "Locura transitoria" o "Noche por madrid" tampoco estan mal.
-¡El sabor "final feliz" es mi preferido!
-A mi me gusta mucho mas el de "Bipolaridad al extremo" pero los efectos tras muchos caramelos son irreversibles. Ahora solo tengo pequeños síntomas.
-¿Y son duraderos?
-Toda una vida de bipolaridad, pero no encontraras NUNCA un sabor tan delicioso. Si besas a un bipolar, notas ese sabor.
-¿Y tu has besado a muchos?
-He besado a algunos bipolares, si. Sus labios son deliciosos...
-Yo quiero…
-¿Nunca has besado a un bipolar?
-¡No!
-¿No conoces a ninguno?
-No.
-Encuentra un bipolar y bésalo. O dale a alguien un caramelo de "bipolaridad extrema" o simplemente tomate un caramelo...el sabor es mas fuerte que en un beso, pero no tan dulce.

¿Capitán?

-¡Capitán!- grité desesperado.- ¿Que hacemos ahora? ¡El barco se va a pique! ¡Haga algo, de órdenes! No lo permita, Capitán.- Mi voz se quebraba con cada palabra pero el capitán no parecía dispuesto a moverse ni un solo milímetro de donde estaba. Miraba el mar con resignación, con una mueca de orgullo en su rostro y mordiéndose los labios con fuerza. Lloraba.
- ¡Capitán si no hace algo usted tendré que hacerlo yo! Con su permiso, señor.-
Me retiré de su camarote y subí a cubierta. A penas quedaban marineros en el barco y no se si con solo aquella ayuda haríamos algo realmente valioso. Pero no merecía la pena dejar que el barco se fuera a pique por que si.
Los otros me miraban suplicantes, querían recibir una orden, una señal que les indicara como reflotar aquel navío que en poco tiempo estaría hundido en la inmensidad del mar y se habría perdido para siempre.
¿De verdad íbamos a permitirlo? ¿De verdad todo se iba a hundir en aquel momento?
-¡Adelante marineros! -exclamé llamando la atención de aquellos bucaneros- ¡Este barco es toda nuestra historia y gran parte de nuestra vida! ¿A caso vais a dejarlo desaparecer? -Una grandiosa ovación siguió a mis palabras. Con una velocidad inhóspita bajamos a las bodegas. Estaban rebosantes de agua pero nuestras energias eran de lo más atronadoras.
Comenzamos a achicar agua de una manera un tanto torpe pero eficaz. Para ser cuatro idiotas, teníamos bastante compenetración y bastante entusiasmo. Aquel pequeño navío no iba a hundirse en la inmensidad azul. Seguiría surcando bajo el cielo, fuese del color que fuese, con o sin capitán. Con el destino en contra y el viento a favor, como siempre había sido.
¿A caso ibamos a permitirlo? ¡Pobres ingénuos los que así lo creyeran. Pobre y tonto capitán que lloraba como única solución, pobre aquel que lo ignoraba todo bajo el influjo de una nueva diversión, pobre el que se aisló y lo dejo todo solo para una mitad. Y aquel que pensaba que podría hacerlo todo sin conseguir nada... y pobre yo, que quise ignorar que había un problema.
-¡Somos más fuertes de lo que quisimos creer! ¡Somos más valientes de lo que nos dejaron pensar! Hoy nos levantaremos bucaneros. ¡Hoy los corderos se alzarán hasta que los Leones salgan corriendo!

Los sueños que crecen y decrecen con los años permanecen.

-¿Tienes sueños?
-Si, alguno tenía.
-¿Ya no?
-No.
-¿Por qué?
-Crecí. y mis sueños crecieron conmigo.
-¡Entonces se hicieron más grandes!
-No, se hicieron más viejos.
-¿Ya no vas a soñar más?
-No, creo que ya no tengo edad.
-Eres un pésimo perdedor. No existe edad para soñar ni para hacerse viejo. Solo existe una sociedad que te lo quiera hacer creer.
Todavia puedes abrir tu ventana por las noches y esperar que tus sueños vengan a buscarte.
-Es que yo ya no creo en "soñar".
-No, ya no crees en nada. Pero hay demasiado tiempo por delante como para dejar de creer, como para dejar de soñar.


"Y es que los locos todavia sueñan con no crecer.
continuan juegando a capturar la luna en sus botes de cristal y
usan el polvo de hadas por que aún desean volar..."

You can dream if you want.

Se despertó y miró por la ventana con la misma expresión que la mañana anterior. Hoy también llovía a mares, el cielo estaba gris y el mundo se había callado para dejar espacio al sonido de la lluvia.
Parecía que todo estaba preparado para amoldarse a ella; el tiempo a su estado de humor y aquel vestido a sus caderas.
Y nada iba a cambiar, el espejo no le devolvería un reflejo más agradable, el tiempo no iluminaría su piso gris y el vestido no comenzaría a volar al rededor de sus piernas.
Hoy no sería ese día en el que la ventana se abriría de golpe para que ella pudiera alejarse del mundo y soñar con que mañana todo iba a cambiar.

Sins, sweet sins.

Quiero que entres en mi juego y te enganches hasta que no puedas salir.
Muere de curiosidad.
Que te pique hasta que revientes. Pregunta, interroga, curiosea, espera con paciencia.
Las telas que cubren los secretos siempre acaban deslizándose, y lo sabes. O por lo menos puedes suponerlo.
Que eres bueno jugando porque te gusta jugar, te divierte, te excita y enciende en ti una llama que nadie más puede hacer aparecer. ¿Verdad?
O tal vez ponga las esperanzas donde no deben estar.
Pero no pienso apuntar a nada que no se acerque a lo que quiero.
¿Para que menos? ¿O más?

O no. No sé. Olvidémoslo.

No puedes mentirme más.

¿Y qué si te digo que yo no finjo?
¿Qué si te dijo que yo no soy como toda esa jodida gente?
¿Importa demasiado si destaco por algo que no sea "normal", "decente", "correcto" o simplemente por algo que no sea digno de admirar?
Si pretendes encontrar algo más real estás jodido. Pero siempre puedes volver a tocarme para darte cuenta hasta que punto estoy aquí.
No voy a mantenerme en la oscuridad por ser diferente. No me voy a quedar en la oscuridad por miedo a que finjas.
No más oscuridad por miedo, no más miedo a la oscuridad.

No finjas, es inútil

sábado, 13 de agosto de 2011

M&C

El lápiz rasgaba la hoja en blanco de su cuaderno dibujando al detalle aquella pequeña flor azul. Sus ojos la estudiaban al detalle de forma intermitente; la flor, el papel, la flor, el papel... No podía reflejar aquel azul tan intenso, pero si las preciosas formas que eran apreciables si se miraba bien.
Y todo lo demás se esfumó. Cuando dibujaba algo, las cosas que no iban a estar en su lienzo desaparecían sin más remedio. Supongo que por eso no me escuchó cuando llegué y me puse de rodillas detrás suyo para poder observarla con más detenimiento;
Sobre su espalda unos pocos  mechones de pelo negro como el carbón, que habían escapado del coletero que siempre llevaba en la muñeca para recogerse el pelo cuando quería que este no la estorbara, oscilaban ahora a causa del viento dejando entrever en su espalda ,encorvada hacia delante sobre el papel, dos manchas de nacimiento perfectamente situadas una junto a la otra. A penas podían distinguirse normalmente, pero yo ya sabía de sobra donde estaban. Sus hombros estaban tensados a causa de la concentración que para ella requería dibujar algo tan simple como una flor azul. Se percibía el leve movimiento que realizaba para mirar la flor y si estabas muy atento, como lo estaba yo, podías oír sus latidos que se acompasaban son su respiración y el rasgar del lápiz contra el lienzo. Eso me hizo sonreír, ella no sabía que yo la miraba. No era capaz de notar mi presencia, porque en ese momento tanto el mundo como yo nos habíamos apagado. Solo quedaba sitio para ella, la flor y el viento que las acariciaba a ambas. 
Yo no podía tocarla, si la hubiera hablado mis palabras no la hubieran rozado. Además no me hubiera gustado molestarla, cuando entraba en su mundo se la veía feliz. Por lo menos lo suficientemente feliz como para prescindir de mi compañía.
Pensando esto me levanté y la volví a mirar. Saqué de mi chaqueta un papel y un bolígrafo y escribí "Bienvenida de nuevo al mundo". Dejé el papel al lado de ella sabiendo que cuando terminara de dibujar apoyaría ahí la mano que solía mantener sobre su cuello, para mirar el cielo. Entonces chocaría de golpe con  con el papel y al reconocer mi desordenada caligrafía sonreiría.
Para algo nos conocíamos bien y nos entendíamos. Por eso pasar los segundos con Maddie eran algo que me permitía saber de ella todo lo que la gente solo alcanzaba a presuponer.

The city shines for you my little.

El mundo se había apagado en aquel instante para ella. El viento estaba quieto y el silencio inundaba cada rincón de la ciudad, que se reflejaba en sus ojos centelleantes e iluminados por la luz irreversible que emitían los edificios... 
Aquel debía ser, casi sin lugar a dudas, el punto más alto de todos. No había montañas cerca, solo asfalto y ruido. La música de los distintos barrios se colaba por las callejuelas y era arrastrada por una corriente invisible hasta sus oídos.

El tabaco, el alcohol, las drogas, el amor, el sexo, el miedo y todo lo que pudiera tener un olor propio se acercaba a su nariz hacíendola cosquillas. Podía verlo todo, a todos sin ser vista. Podía, si quería, alargar el brazo y acariciarlos... sentirlos de cualquier modo imaginable e imposible de pensar y ellos no sabrían nada.
Tenía en mente una canción, la mano apoyada en el pecho con el puño cerrado y el pelo bien recogido en una bonita trenza. Su garganta estaba abarrotada de palabras que llevaba guardando años; palabras que no había pronunciado por simple conformismo... porque, ¿para qué ir en contra de una sociedad que se molesta en callarte la boca a base de golpes y criterios desgastados? 
No, ella era diferente. 
Miró al cielo y suspiró abriendo muy lentamente su mano para dejar correr de nuevo el viento. Este revolvió su pelo deshaciendo la trenza con increíble cariño. 
Poco a poco abrió la boca y tomó una profunda bocanada de aire, este inundó sus pulmones hasta rebalsar su limitada capacidad. Cuando ya no podía tomar más se quedó parada con los ojos y la boca muy abiertos. Tenía los brazos extendidos, como las palmas de las manos. 
Todo volvió a paralizarse durante aquel leve instante en el cual ella apretó los puños, cerró los ojos con fuerza y gritó a la ciudad. Gritó hasta vaciar sus pulmones y desgarrarse la garganta. Gritó hasta llorar, hasta que le dolía tanto que ni el viento acariciando sus mejillas podía mitigar el daño que aquel grito producía en ella. 
Liberaba todas las palabras que había ido tragando, liberaba los golpes y los gritos de los demás. Cada segundo que había pasado sola, cada mirada de desprecio, cada reproche y cada pesadilla salían de ella como un esputo que lanzaba a la ciudad, que de tan sucia como ya estaba apenas se inmutaba...
Se detuvo. Y se dejó caer sobre el hormigón de aquel tejado, notando como unas ardientes lágrimas rodaban sobre sus congeladas mejillas. Hacía frío y ella lo notaba en su pequeño cuerpo que temblaba por todo lo que ya no estaba dentro de él.
Eran demasiadas las cosas que abarcaba y que no debería soportar. Pero ahora no pensaba en eso.
Se había dormido arropada tan solo por las luces de una ciudad que era totalmente suya. 


"Eres grande, pequeña."

viernes, 5 de agosto de 2011

Almost.


-Juguemos a un juego; por cada vez que tú consigas hacerme reir, yo te daré un beso.
-¿Y si pierdo y no te ríes?
-No tendras beso.
-¿Y si te beso sin tu permiso?
-Sería como hacer trampas.
-¿Eso es malo?
-Hacer trampas es admitir tu derrota.
-Sabes, creo que he perdido.

"Más importante de lo que podemos admitir y más bonito de lo que sabemos ver. Que no me importa descubrirme ante ti y perder. Caer de nuevo en tus brazos y luego no saber como salir de eso a lo que llaman amor.
Yo no te quiero, porque eso suena demasiado común. Yo solo necesito un contacto tuyo para que el tiempo se detenga de una forma clara y limpia.
No te quiero, porque quererte sería demasiado fácil y estando contigo tengo la posibilidad de enfrentarme a un riesgo aún mayor que quererte... ¿A que tú eso no lo sabías?"

miércoles, 3 de agosto de 2011

Broken lies.

¡¡No quiero ser la típica nada!!
No soy una tonta enamorada, ni tampoco soy la típica bala perdida; ¡No!
No me parezco a ti en nada, porque no hay nada que pueda equipararse a mi.
Conmigo no puedes jugar, no vas a reírte de mi, ni vas a hacerme llorar más. Antes muerta que arrastrándome por tus miserables besos, por alguien como tú.
Si, soy orgullosa y testaruda. Soy cobarde y con los nervios permanentemente a flor de piel.
Yo también me equivoco y me cuestiono todos y cada uno de los pasos que doy.
¿No lo entiendes? No hay nada que puedas averiguar sin un poco de esfuerzo...
No puedes atarme ni pretender que esté ahí cuando decidas requerirme sin darme a cambio un poco de atención.
Intentas verme como algo complicado y difícil de entender, pero no soy nada compleja. Y no reclamo nada. ¿No puedes verlo?

No quiero ser la típica nada, y menos por una mierda como tú...

lunes, 1 de agosto de 2011

Sentir.

Eres una foto en blanco y negro que nadie a querido enmarcar. No es abandono la palabra que tú buscas, es "firmeza" o "soledad" te gusta sentirte vivo pero esperas que las vivencias lleguen andando por la avenida. 
Eres, como tantos otros un loco. Pero la clase de loco que uno quiere tener cerca.
No es amor, ni es aprecio, ni tampoco una página pasada de un álbum antiguo. Es una copa de ron con una rosa roja luchando por no secarse. Como un sueño imperceptible e inolvidable, de estos que rozas con la punta de los dedos y se desvanece en la mejor parte.Olvídate de luchar por mantenerte despierto y déjate envolver por la realidad que te traerá momentos mucho más dignos de vivir que tus sueños.
¿Que más da que fuera hermoso aquello que veías? ¿No será mucho mejor poder vivirlo y tocarlo?
No bases tu vida en sueños y deja que tus sueños se basen en otras vidas.

Busca un contacto agradable para tu piel, un sabor irrepetible para tus labios, un sonido ligero para tus oídos, una imagen perfecta para tus ojos y asócialos a  un olor único.

No mires más hacia atrás y se feliz.