Behind.

Un trozo de espejo, un vaso con agua, una canica que no sabe girar, unos gritos envasados al vacío que nadie quiso nunca escuchar, una mirada en una cámara de fotografía, una gran bola de cristal que refleja el cielo, un arcoiris pintado en un trozo de servilleta, dos palabras escritas con rotulador en el marco de una puerta, un nombre, una sonrisa, una canción, siete frases de siete palabras, miles de listas de cosas que nadie entiende;
papel y un bolígrafo.

jueves, 26 de enero de 2012

Veneno.

Ardía de ganas. Notaba un calor sobre humano en sus mejillas al ver aquel vaso delante suya. Lo miraba relamiéndose los labios, lista para soportar lo que llegaba desbus de beber.
Sonreía muy a su pesar. Pero quería eso, para salir de allí sin vida. 
Sin consultarle a nadie había comprado el veneno y lo había aderezado con azucar y una bebida azul brillante. La copa detelleaba con la luz de el flexo. La habitación comenzaba a temblar. 
En su cabeza sonaba Fire de Sleeping with Sirens. Como una especie de rito, se pintó lo labios de negro y esperó. A las 12.00, con las primeras campanadas del antiguo reloj, empezaría el final de todo. Sin notas ni movidas melodramáticas. Esas cosas no estaban echas para ella. 
Se preguntaba si alguien la echaría de menos cuando no quedara nada más que un bonito cuerpo pálido y replandeciente. No habría dolor.
Quedaban solo 25 minutos y su pulso se aceleraba. Abrió la pitillera y sacó el último cigarro. Un Black Devil de chocolate. Solo le quedaba uno y había escrito con un rotulador blanco "My fatidic beautiful final". La frase más adecuada para las últimas caladas. del cigarro perfecto. 
Le quedaban apenas unos días de vida y así era como quería acabarlos. Sin agonías ni lágrimas, sola en su habitación. Se levantó y encendió todas las velas que había colocado, apagó las luces, se sentó y observó la bebida. El chasquido del mechero delante del cigarrillo le pareció la luz más intensa del mundo. Más que un amanecer, más que las velas.
La música se había acabado. El silencio inhundaba su mente, borrando el miedo y las dudas. ¿Qué mejor manera de abandonar que esa? ¿Qué mejor egoismo? Sin avisar, sin tener que mirar las lágrimas de los demás ante la inminente perdida. Exhaló el humo del cigarrillo, cuatro caladas más, seis minutos.
"El mundo seguirá girando una vez yo no esté. Iba a morirme tarde o temprano y así me ahorro toda esa mierda que pasa ahora por el mundo. La gente no llorará mi pérdida, la gente dirá que soy una pobre idiota cobarde. ¿Y qué dirás tú cuando yo no esté? ¿Que harás al enterarte de que abandonar sin ti fue mi salida?
No soy poeta, no soy escritora, ni cantante, ni actriz, ni nada, ni nadie. Abandono dejando los ojos cerrados." Eso era todo lo que había dejado en un cuaderno escrito que encontrarían unos meses después, seguro.
El cigarro se había consumido. Dos minutos. Abandonó la colilla apagada en el cenicero y cogió el vaso. Escuchaba con claridad los latidos de su corazón, como un grito desesperado que la rogaba que no lo hiciera.
-No soy más que una cobarde. No valgo para más. Esta es mi historia.- le dijo al vaso. Un minuto. Suspiró, sabiendo que esa sería una de sus últimas respiraciones. Se preguntaba que habría despues.
Primera campanada. Se llevó la bebida a los labios y disfrutó del agradable sabor que inhundaba su organismo.
Última campanada del reloj. Apoyó el vaso en la mesa con un golpe que lo resquebrajó por completo y se echó a llorar.
Se levantó tambaleante de la silla y fue directa a la cama. Se tumbó y se concentró en notar como el veneno invadía su organismo lentamente.
A las 12.07 solo quedaba de ella un cuerpo sin vida. Y su último pensamiento fue para mi.

martes, 17 de enero de 2012

Dame todo tu amor en forma de drogas. Si no tienes no me molestes más.

-Escribimos para quien nos quiera leer, nunca hemos obligado a nadie a entrar en nuestros espacios.
-Es verdad, tienes razón ¿por qué entra la gente? No somos tan buenos.
-O yo que sé, puede que si. A lo mejor hasta se sienten identificados.
-Es una pesadilla no saber quien te lee y si las personas para las que escribes saben que son ellos. Hay infinitas posibilidades de que lo sepan o de que lo lean. Yo creo que algunos ni se molestan en entrar.
-Buscamos nuestra 'Marina' nuestro 1999 y lo escribimos.
-No te entiendo.
-Déjalo. Yo tampoco lo hago.
Pasaron la tarde fumando y en la cabeza de ambos estaba la idea de pasar a algo más. Nuevamente el miedo se apoderó de sus corazones y los hizo permanecer estáticos. Se reían y hablaban, jugaban con las palabras y somentaban cualquier cosa. Se habían prohibido los 'te quiero' y los sentimientos comprometidos. Porque no era lógico, porque no estaba bien. Al final pasaría el momento y sería otra ocasión perdida.
Siempre escondidos, el uno en casa del otro con un 'no seré yo quien diga nada primero' en mente. Y así, ocultos de la gente que hablaba por hablar pero no sin razón, ocultos de si mismos y escuchando a John Boy y fumando maría con la esperanza de poder lanzarse...
-Oye, te quiero.
-¿Sabes? Pensé que no lo dirías nunca.
Y al final pasó como solo pasan esas cosas. De una manera que no podían controlar se abalanzaron el uno sobre el otro besándose con ganas, buscándose en silencio. Sin necesidad de mediar palabra, solo suspiros, solo caricias caríacas y ansiadas. Solo ruido del chasqueo de una lengua sobre la otra. Abrazados, iluminados solo por ls últimas luces de la tarde y una vela. No necesitaban más para amarse de el modo en el que llevaban tiempo deseando hacer.
Sin tratar de enterderse se dejaban llevar por ese algo nuevo que no esperaban. Que querían que pasara  desde hace siglos. Desde que se conocieron, en el momento en el que se dijeron el nombre y sonrieron. Viendose cada día, sin mencionar las ganas que tenían de estar el uno sobre el otro. Ganas de tenerse más cerca aún, más mucho más. Sin la disancia del estúpido 'qué dirán' exactamente un año de distancia. A eso habían estado siempre. 
Un 'anoche soñé contigo' sin contar qué soñaban, obligándose a no leer entre líneas cuando entre esas líneas estaba escrito todo. Desde el minuto cero hasta ese instante en el que todo crecía por dentro. Cuando al fin podían tenerse sin miedo. Y cómo lo habían deseado no lo sabe nadie. Salvo ellos dos.

domingo, 15 de enero de 2012

Ya se llorar una vez por cada vez que río.

Cuando me quiero acordar de ti escucho a Fito. A veces me basta, a veces no.
A veces sueño contigo y sonrío para mis adentros, pero no me siento satisfecha. Porque lo que en realidad quiero es tenerte aquí para incendiarte la piel a besos. Me enfado contigo por no estar, pero me enfado más aún conmigo por querer que estés. A mi manera, a esta manera tan extraña mía, puedo casi decir que te quiero, que me gustas, que me estoy enamorando. Y no sé cuanto puede durarme esto de quererte, llevo años tratando de descifrarme. Saber lo que quiero es una parte importante, admitir que puedo querer es algo doloroso en cierta medida. Pero eso no puedo entenderlo ni yo, ni tú, ni nadie que tenga una mínima de dos dedos de frente. 
Que raro es todo cuando las cosas no parecen tan fáciles como en realidad son. Como me gusta complicarle la existencia a todo el mundo. A mi en realidad me la complico más que a nadie imponíendome cosas, haciéndome prohibiciones estúpidas que cumplo a medias.
No sé el por qué de que me guste contarte las cosas, creo que me tranquilizas en cierta medida. Ni se por qué lo hago ni por qué seguiría haciéndolo. Pero no lo veo como una equivocación. Es algo más, es todavía peor. Pero lo volvería a hacer.
Sabes cosas que no sabe nadie. Cosas que no he sido capáz de contarle a mis amigos, a mi familia. A personas que llevan ahí mi vida entera. En dos días te has abierto hueco en mi y tienes todas las de ganar. Y aunque no sea así y se acabe y esto se pierda siempre que escuche a Fito me acordaré de ti, de mis sueños, de los tuyos, de esas cosas que te cuento que en realidad no deberían importarte pero escuchas con atención.
Solo tengo que escuchar a Fito y sonreir.


A pesar de todo lo que pueda decir, me equivocaría otra vez.

sábado, 14 de enero de 2012

Y me ha pasado a mi, a ti y a todos. Te sientas delante del teclado y lo acaricias con suvidad esperando que en algún momento la inspiración te pegue en la frente y ¡BAM! se te ocurra que escribir. Pero uno debe admitir su derrota. Si no quieres escribir, si no te sale, si no puedes, déjalo estar. La inspiración llega sola no se puede forzar.
Así que, lo siento por los meses que pasé escribiendo poco y mal. Pero si no escribo no es porque no quiera, es porque no puedo. Porque ha pasado o está pasando algo que no me deja la cabeza lo suficientemente libre como para contaros algo, lo que sea.
Y si estoy cansada, no podeís obligarme a nada. Y si no estoy inspirada tampoco. Y si simplemente no quiero, menos todavía.

G.

viernes, 13 de enero de 2012

Desgasta, rasga, quiebra, rompe.

¿Dónde estabas? ¿Qué ha pasado? ¿Qué quieres ahora? ¿Pensabas buscarme? ¿Tienes algo que contarme? ¿Estás bien? ¿Has estado bien en todo momento? ¿Te ha pasado algo? ¿Te has acordado de mi? ¿Has pensado en venir a verme? ¿Has soñado conmigo? ¿Has soñado con otra? ¿Has cambiado tus ilusiones? ¿Has dejado de lado tus sueños? ¿Tienes miedo? ¿O dudas? ¿O lloras? ¿O solo vas a dejarte arrastrar? ¿Estás jugando? ¿Soy parte de ese juego? ¿Puedo ganarlo de alguna manera? ¿Cual es el premio? ¿Vendrás a bailar bajo la lluvia? ¿Qué hago? ¿Me olvido? ¿Sigo? ¿Me desespero? ¿Me quedo como estoy? ¿Espero a que me respondas? ¿Me como el tarro? ¿Me rompo la cabeza a dudas? ¿Te rompo a ti? ¿Corto con todo esto? ¿Me dejo quemar por ti? ¿Paso otra tanda de meses con la cabeza descompuesta a dudas? ¿Me recompongo y hago las cosas bien? ¿Vas a leer esto? ¿Vas a entender lo que quiero decir y vas a hacer algo? ¿Vas a saber que eres tú y no cualquier otro? ¿Se supone que aún debo de creerme todo lo que dijiste? ¿Sigue siendo así? ¿Por qué resulta tan difícil de creer? ¿No pueden ir las cosas solo bien? ¿Sabes que siempre que apareces tú hay otra tanda de cosas en mi cabeza? ¿Te quiero? ¿Serás capaz de leerlo todo? ¿Por qué las cosas siempre se complican? ¿Por qué no estás aquí, ahora? ¿Por qué...? ¿por qué...? ¿Por qué...? ¿Por qué tantas dudas si debería estar todo claro?


Hablamos de cualquier persona menos de nosotros y yo tengo tantas cosas que preguntarte.

viernes, 6 de enero de 2012

"Ella" y su increíble atractivo.

A veces escucho canciones en las que un chico cualquiera habla de "Ella", que envidia me da esa tal Ella. 
En esas canciones el chico, un loco enamorado le canta a Ella diciendo que con una sola palabra de sus labios él aparecería para estar con Ella. No importa la de putadas que esta le haya hecho, que más da lo mal que le trate o las veces que desaparezca o cambie de opinión, Ella es la única para él y si le llama aparecerá a su lado.
Los ojos de Ella brillan más, de un modo especial casi utópico. Su pelo lo mueve un viento que parece perseguirla para poder acariciarla y cuando camina todo al rededor de Ella parece detenerse para él.
Esta chica tiene una manía un poco especial, es indecisa y no sabe lo que quiere. No es mala, en realidad es bastante buena pero parece querer volverle loco ya que aparece justo cuando ya se la ha olvidado por completo. Aunque no siempre es así; A veces aparece cuando más se la necesita, cuando él no puede más y el mundo parece venirsele encima, entonces aparece ella sonriendo y le tiende la mano. Ahí, él, se olvida de todo lo que Ella ha hecho y va a hacer, se nubla su mente, se pierden sus palabras porque ha vuelto. Está ahí para ayudarlo sea lo que sea que haya pasado. Porque Ella no es mala, solo es rara e indecisa.
Él la cedería su oxígeno, no se cansará nunca de mirarla pasar, de verla sonreír y de seguir con la mirada el movimiento que hacen sus caderas al ritmo de las canciones que él escribe para ella contándole todas estas cosas y no hacen que se de por aludida. Canciones en las que se lamenta por no tenerla pero mucho más por que no esté cuando la reclama, porque Ella se aparta escapando de lo que él llama un "Te quiero".
Pero, aunque no esté convencido aún de ello y a pesar de todo lo malo, él ya sabe lo que ella quiere.
Ella no necesita explicaciones, no necesita nada material, ni necesita que la amen. Lo que de verdad quiere, lo que de verdad necesita es que él, guiado por un impulso aparezca y la obligue a descubrirse a dejar de huir. Quiere que la estreche contra él y la susurre al oído un "¿Estás lista? Porque yo si." y fin de la historia.
Nada más que eso. ¿Quien quiere un "Te quiero"? ¿De que te vale un "Te quiero" si quien te lo dice no está cerca?
Ella es única y él lo sabe. Es posible que solo por eso haga las cosas mal, solo por miedo a perderla.


She.

Absurdos interminables.

-Lo que pasa entre estas cuatro paredes se queda entre estas cuatro paredes.
-Estamos en una habitación circular.
-Solo quería recalcar que esto es un secreto.
-Pero solo hay una pared...
-¿De quién fue la estúpida idea de hacer una habitación circular?
-Tuya.

domingo, 1 de enero de 2012

Moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos.

Supongo que al final, las despedidas que más me duelen son las que salen de mi pero no tienen razón de ser.
Y odio los finales, pero mucho más odio el sentimiento de culpa. Si solo hubieras aparecido en mi puerta sonriendo, con los brazos extendidos y nada más. Mucho pido, siempre. Pero soy rara, pero soy mala persona.
No me gusta disculparme. No me gustan estas movidas que se monta la gente sobre el amor y esas cosas. Pero no siento la necesidad de dar explicaciones, ni de hablar con nadie, ni si quiera contigo. Odio el impulso de llamarte. Pero ahora tengo medios para controlarlo.
Hasta siempre, Giraluna.