-¿Tienes miedo?
Me mira, me mira y yo no se que decirle. ¿Tengo miedo? ni si quiera me lo había planteado. Tal vez si, un poco. Pero no estoy segura de si es miedo o son simples nervios.
Me tiemnblan las manos y tengo esa sensación que llega cuando estás a punto de llorar y en tu cabeza estallan palabras que no tienen ningún tipo de lógica, canciones, sonidos, nombres.
Apoya en mi su mano e intenta sonreir, también está asustado. O por lo menos está tan nervioso como yo... o más.
-No tengo miedo-digo negando con la cabeza- esto tenía que pasar tarde o temprano y creo que tengo derecho a ser feliz.
Si tengo miedo, mucho miedo. Estoy jodidamente asustada pero me niego a llorar. De lejos oigo los gritos. Y también los reproches. ¿A caso no tengo yo algún reproche que soltar? ¡No puedo decir lo que tengo que decir por que tengo la voz carcomida de tanto callar!
-Entonces, ¿por qué tiemblas? ¿seguro que quieres hacer esto?-tiene los ojos encharcados. No está bien, no quiere que pase por esto, no quiere verme temblar de puro miedo.
Pero me estoy consumiendo con cada día que pasa y lo sabe. Pero también sabe a lo que me someto haciendo esto.
-Tengo frío.-Miento como única salida. No quiero que piense que me da miedo lo que va a pasar por que conozco las consecuancias tan bien o mejor que él. Pero es lo que hay, tengo que luchar por lo que quiero y lo que quiero es alcanzable con pocas palabras.
Me abraza, me rodea con sus brazos y besa mi frente. Ya es inevitable, estoy llorando. Y me abraza más fuerte y me dice que él está conmigo, que no hay por que llorar... que me quiere.
Sé que me quiere, claro que lo se. Es posible que sea la única persona en el mundo que me quiera, o que por lo menos me haya querido desde un primer momento. Desde mi primer segundo de vida.
-Pase lo que pase yo estaré a tu lado, no tienes por que pasar por esto sola. Tranquila.
Se que vamos a pasar nuestros infinitos días de forma diferente, en la esquina de los segundos rotos.
Pero juntos.