Grita y deja de respirar durante cinco minutos. Suspira al terminar y cierra los ojos cuando vayas a recobrar el aire. Cuando te des cuenta de que la gente te mira y no entiende porque gritas, márchate a otro lugar y vuelve a gritar. Que no importe si te miran también en otros lugares. Tú brillas y deslumbras a la gente con tu paso, aunque no lo sepas ver, aunque te hayas negado a verlo...
Y ¿Sabes? Muchas veces te he envidiado, como solo se puede envidiar a aquellas personas que gritan sin miedo a que alguien los juzgue. Personas que, como tú han saltado hacia el cielo dejando de lado todo.Eres increible, pero no lo ves. Eres genial, pero no lo ves. Tienes un destino casi perfecto ante ti y no quieres verlo...
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