Rellenaré una bañera con champagne, y buscare a tientas con la mano mi botecito de pastillas. Seguramente deje un par de rosas esparcidas por el baño y algunos de sus pétalos flotaran al rededor de mi cuerpo desnudo, hermoso, pálido.
Voy a dejarle, también, una nota a mi mejor amigo.
"No es asesinato, es suicidio. No dejes que nadie piense lo contrario."
Habrá cartas escritas con letras borrosas y débiles en el tercer cajón de la parte derecha de mi escritorio, una para cada persona que merece saber porque me muero. Allí donde me gusta guardar todos los secretos que no pienso llevarme a la tumba, porque alguien va a encontrarlos y va a escribir unas memorias con ellos.
Eso es lo que se hace con las divas.
Voy a morir empastillada en una bañera llena de champagne, sin sangre.
Porque las divas no sangran.
Eres grande, y por eso mereces una muerte divina.
ResponderEliminarLa sangre es vulgar.
Las divas no sangran ;)
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