Estático. Todo quieto, ni el silencio se atrevía a moverse.
Solo el miedo era capaz de avanzar entre ella y su propio mal. Miles eran las pesadillas que se habían apoderado de su mente durante toda su vida, pero ninguna tan terrible como aquella. Y estaban ella y Monster, la una frente a la otra. Ambas temblaban, pero solo una tenía autentico miedo.
Monster temblaba de excitación al ver a su presa, tan pequeña, tan tierna, tan débil, tan suya... quería saltar a su yugular y devorarla. Su respiración estaba agitada y sus pupilas dilatadas dejando solo una franja amarillenta en sus grandes ojos negros. Ya era suya, tantos años recorriendo su mente a la deriva y al final sería suya. No iba a fallar, no iba a dar un paso en falso arriesgándose a perder a su presa más codiciada. Sonrió mostrando una hilera de enormes y afilados dientes que brillaban con las luces que se colaban por la ventana.
Pero aquella sonrisa fue una simple señal de aviso.
Poseída por un pánico terrible y sin saber muy bien que hacer ella corrió hacia la ventana ante la atenta mirada de Monster, que tras darse cuenta de su error comenzó a correr detrás de ella.
-"No vas a escapar de mi de nuevo"- Gritaba dentro de la cabeza de ella, donde siempre había estado encerrada. No podía gritar más fuerte pero a ella le dolió como si hubiera clavado el grito en su oreja de golpe.
Ella gritó y aceleró el paso. Las piernas le dolían una barbaridad y sentía la boca pastosa y con un extraño sabor bastante semejante a la sangre. Estaba asustada, temblaba temiendo que las piernas fallasen y cayera en las garras de Monster. Antes la muerte que caer en manos de Monster...
Por sus mejillas rodaban dos lagrimas negras que advertían de lo cerca que estaba ya de caer.
-"Eres tú o yo y no voy a renunciar a nada por ti." - volvió a hablar Monster. Pero eso ella ya lo sabía, ambas no podían existir.
Pero tampoco podrían vivir mucho tiempo la una sin la otra. Monster no quería matarla, quería encerrarla.
Corrió cuanto pudo pero para cuando consiguió alcanzarla ya era tarde, ella había saltado por la ventana. Monster salto una décima después consiguiendo abrazarse a ella y rodeándola con su cuerpo trato de hablar.
-Sabes Monster, hay otra opción antes que la muerte o el encierro. Vamos a hacernos una, acepta tu lado humano y yo aceptaré mi lado monstruoso, por favor.- Ella no podía parar de llorar, no quería eso pero no quería morir ni dejarse matar por aquel infierno de vida que había vivido hasta ese instante.
Monster asintió ante aquella petición. Ella tampoco quería ser humana y tener sentimientos. No quería perder su color gris para pasar a tener demasiadas tonalidades como para numerarlas todas. Pero ya no era o ella o la muchacha. Ahora era o la muchacha o morir. Y Monster aún tenía demasiada sangre que probar antes de morir.~
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