-¡Capitán!- grité desesperado.- ¿Que hacemos ahora? ¡El barco se va a pique! ¡Haga algo, de órdenes! No lo permita, Capitán.- Mi voz se quebraba con cada palabra pero el capitán no parecía dispuesto a moverse ni un solo milímetro de donde estaba. Miraba el mar con resignación, con una mueca de orgullo en su rostro y mordiéndose los labios con fuerza. Lloraba.
- ¡Capitán si no hace algo usted tendré que hacerlo yo! Con su permiso, señor.-Me retiré de su camarote y subí a cubierta. A penas quedaban marineros en el barco y no se si con solo aquella ayuda haríamos algo realmente valioso. Pero no merecía la pena dejar que el barco se fuera a pique por que si.
Los otros me miraban suplicantes, querían recibir una orden, una señal que les indicara como reflotar aquel navío que en poco tiempo estaría hundido en la inmensidad del mar y se habría perdido para siempre.
¿De verdad íbamos a permitirlo? ¿De verdad todo se iba a hundir en aquel momento?
-¡Adelante marineros! -exclamé llamando la atención de aquellos bucaneros- ¡Este barco es toda nuestra historia y gran parte de nuestra vida! ¿A caso vais a dejarlo desaparecer? -Una grandiosa ovación siguió a mis palabras. Con una velocidad inhóspita bajamos a las bodegas. Estaban rebosantes de agua pero nuestras energias eran de lo más atronadoras.
Comenzamos a achicar agua de una manera un tanto torpe pero eficaz. Para ser cuatro idiotas, teníamos bastante compenetración y bastante entusiasmo. Aquel pequeño navío no iba a hundirse en la inmensidad azul. Seguiría surcando bajo el cielo, fuese del color que fuese, con o sin capitán. Con el destino en contra y el viento a favor, como siempre había sido.
¿A caso ibamos a permitirlo? ¡Pobres ingénuos los que así lo creyeran. Pobre y tonto capitán que lloraba como única solución, pobre aquel que lo ignoraba todo bajo el influjo de una nueva diversión, pobre el que se aisló y lo dejo todo solo para una mitad. Y aquel que pensaba que podría hacerlo todo sin conseguir nada... y pobre yo, que quise ignorar que había un problema.
-¡Somos más fuertes de lo que quisimos creer! ¡Somos más valientes de lo que nos dejaron pensar! Hoy nos levantaremos bucaneros. ¡Hoy los corderos se alzarán hasta que los Leones salgan corriendo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario