Soy solo la mitad de los sueños replegados de la gente. No planteo hacer que me veas como una ilusión, solo quiero que adquieras de mi el mismo concepto que tengo yo.
La gente tiene sueños, o los ha tenido y el peso de un sueño siempre queda cargado en nuestras espaldas. Pues bien, yo llevo mi sueño más como una pesadilla. Según fueron pasando los años crecí con el miedo a soñar más, visto desde un punto pesimista renuncié a la felicidad que ello podía proporcionarme. No creo que esto realmente pueda importarte ni tampoco espero que te sientas minimamente reflejado, lo que espero hacerte ver es que después de aquello quedé vacía hasta llegar a ser lo que soy hoy.
Soy el tipo de persona que prefiere pensar que puede ser feliz sola antes que arriesgarse a intentar querer a alguien.
¿Imaginas hasta que punto es gris una vida pretendiendo no tener emociones? ¿Convenciendome a mi misma de que decir "Te quiero" no es más que una debilidad como otra cualquiera?
Estoy segura de que tú también has pensado esto y por eso aún estás leyendo con un poco de atención mis palabras.
Pero es que no es fácil explicar como pasó todo esto. Como he llegado al punto de estar tan bien sola que antes que oír a la gente prefiero quedarme en silencio bajo la lluvia y sin ninguna compañia pensando el tipo de cosas que luego, cuando llego a casa, escribo aquí para que las mires y te veas un poco en ellas. Me gusta saber que tal vez te emociones, que te ríes o que lloras con las ideas que a veces cruzan mi mente para hacerme reaccionar.
Por ese motivo, por la sola razón de que lees mis palabras quiero que, aunque solo sea un poco, puedas conocer a la dueña de la cabeza desordenada y hasta un poco desquiciada que invierte algunas horas de su vida en un espacio que no todo el mundo va a leer. Y no solo para que tú sepas de mi, también para hacerme a la idea de que sensaciones pueden producirte las estupideces que se me ocurren.
Dime, ¿tú también lloras cuando una canción suena alto en tu cabeza y sientes como el mundo se desvanece a tu alrededor sin dejar constancia de su existencia?
¿También te olvidas de todo cuando una idea ronda tu cabeza hasta hacerte rozar la locura?
¿Y tienes miedo de las tormentas aunque adores la lluvia?
¿A ti también te sobrecarga el sonido de la gente y te agobias cono solo pensarlo?
O tal vez tú eres una persona normal, como otra cualquiera con los quebraderos de cabeza típicos de la edad pero que tampoco busca mayores complicaciones. Simplemente lees esto porque te apetece o a lo mejor no tienes realmente nada que hacer...
Yo no quiero que me entiendas, ni que te importe demasiado.
Solo quiero que, pase lo que pase, me prometas que serás más feliz de lo que puedas llegar a aparentar.
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