Behind.

Un trozo de espejo, un vaso con agua, una canica que no sabe girar, unos gritos envasados al vacío que nadie quiso nunca escuchar, una mirada en una cámara de fotografía, una gran bola de cristal que refleja el cielo, un arcoiris pintado en un trozo de servilleta, dos palabras escritas con rotulador en el marco de una puerta, un nombre, una sonrisa, una canción, siete frases de siete palabras, miles de listas de cosas que nadie entiende;
papel y un bolígrafo.

sábado, 20 de agosto de 2011

Sins, sweet sins.

Quiero que entres en mi juego y te enganches hasta que no puedas salir.
Muere de curiosidad.
Que te pique hasta que revientes. Pregunta, interroga, curiosea, espera con paciencia.
Las telas que cubren los secretos siempre acaban deslizándose, y lo sabes. O por lo menos puedes suponerlo.
Que eres bueno jugando porque te gusta jugar, te divierte, te excita y enciende en ti una llama que nadie más puede hacer aparecer. ¿Verdad?
O tal vez ponga las esperanzas donde no deben estar.
Pero no pienso apuntar a nada que no se acerque a lo que quiero.
¿Para que menos? ¿O más?

O no. No sé. Olvidémoslo.

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