Behind.

Un trozo de espejo, un vaso con agua, una canica que no sabe girar, unos gritos envasados al vacío que nadie quiso nunca escuchar, una mirada en una cámara de fotografía, una gran bola de cristal que refleja el cielo, un arcoiris pintado en un trozo de servilleta, dos palabras escritas con rotulador en el marco de una puerta, un nombre, una sonrisa, una canción, siete frases de siete palabras, miles de listas de cosas que nadie entiende;
papel y un bolígrafo.

viernes, 1 de julio de 2011

¡Por favor señor Disney, la hoja de reclamaciones!

1 julio 2011
Torre de hierro.
Queridas Princesas:

Hace ya mucho tiempo que vengo pensando que las cosas no son en absoluto como nos las habeís querido contar. No quiero parecer descortés ni mal educada al seros tan franca con respecto a vuestras historias.
Lo que quiero decir es que en la vida real, en la que vivo yo y todas las chicas que hemos crecido escuchando vuestros cuentos, no aparece un principe encantador con una hermosa sonrisa y te pide que le des la mano para escapar juntos.
 "¿Confías en mi?" No serán las palabras que utilizará un chico para hacerte feliz.
Ahora mismo esas palabras se usan más para llevarte a la cama.
Y lo sé ¡lo sé! Todo os suena tan bárbaro y tan horrible porque vuestras historias se basaban en eso; en una confianza ciega en un desconocido sonriente que era vuestra soñada promesa de amor verdadero.

Y esque no solo vosotras erais capaces de enamoraros en un día y abrazaros a vuestras almohada suspirando y sonriendo. Eso lo hemos hecho todas, puede que no fuera tras un día y por culpa de una mirada pero todas hemos bailado con nuestra almohada como si de nuestro auténtico príncipe se tratara y le hemos hablado con ternura y con cariño.
Pero entonces nuestras almohadas eran más altas que nosotras y nuestra imaginación superaba todas las barreras que la realidad se molestaba en ponernos.
Ahora ya no. Nuesras almohadas se han hecho pequeñas, como nuestra imaginación.
Pero seguimos abrazándolas cada vez que un idiota nos parte en mil el alma y rompe todas nuestras espectativas. La abrazamos, mucho y muy fuerte mientras lloramos para descargar todo lo que tenemos dentro. Para soltar con cada lágrima un poquito más de ese amor en el cual nos hicisteis creer, y que injusto parece la verdad.

No quiero que penseís que es vuestra culpa y que esta carta es un reproche. No hay nada que pueda reprocharos a vosotras, os tengo demasiado aprecio y os quiero demasiado como para reprocharos nada.
Solo necesitaba haceros ver que hoy en día ya no hay príncipes






Y no vale con pestañear así, --->













<---- y poner los morritos así.







 El ideal de princesa a muerto con vosotras. Y ahora no te vale nada de lo que aprendías viendo bailes en grandes salones y en la nobleza donde todas se quedan boquiabiertas cuando apareces con tu expléndido vestido (normalmente aparecído por arte de magia.) y el príncipe se gira con un movimiento completo de cuerpo mirándote con los ojos totalmente abiertos y apresurándose para pedirte bailar, o la mano en matrimonio (depende de como tuviera el día...)
No, lo siento... pero no es así. Ahora vas a una fiesta donde el vestido más largo que verás será una camiseta estirada. No destacas para nada por ir preciosa, porque todas tendrán el mismo ego que tú de pensar que son las princesas. 
¿Y el príncipe? Mejor, no me pregunteís...
 Pero no, los principes ya no pueden ser feos por el que dirán por muy hermosos que sean por dentro. Ahora tenemos miedo a amar a alguien que no tenga un buen aspecto. No, no, no... ¡Tenemos miedo a amar! así a secas.
Ya no nos la jugamos por amor y tampoco hay príncipes que se la jueguen por conseguirnos. Nadie se interpone a los golpes de madrastras malas ni de brujas odiosas ("Si te va a caer un golpe te jodes, total solo eres un polvo más" si penoso.)
 Nadie nos proteje de nada y si no nos gusta no nos queda más opción que callarnos y aguantar el golpe. No hay principes buenos que arriesguen su vida por no perdernos, por no dejarnos.
Eso sería complicarse de masiado y complicarse no es algo divertido, algo que todo el mundo esté dispuesto a hacer por una chica ("¿Chicas? en el mundo hay miles es más el otro día yo...")
Pero es que nosotras tampoco renunciamos a nada por amor. Por que no creemos en el amor y no estaríamos dispuestas a dar lo que nos pidieran a cambio de un día al lado de ese chico que nos hace bibrar. Por que tenemos demasiados días para estar con él y muchas de nosotras no sabemos apreciar lo que es la distancia.
Y las que si lo sabemos, no podemos con ella y acabamos por rendirnos, por que vosotras nunca nos dijisteis que hacer ante estas situaciones. Ni una sola palabra; ni como comportarnos, ni que pensar, ni que hacer, ni a quien pedir ayuda.
Y al final nos encontramos solas y asustadas ante una enorme cantidad de adversidades que nos consumen y nos hacen rendirnos.

¿Que horror verdad? ¡Rendirse! Algo que jamás podríais hacer vosotras. Con vuestro valor y vuestro pelo siempre perfecto. Pero con la ayuda de la magia y de un montón de "extras" peliculeros que sabían hacer de todo... ¡hasta cantaban!
Lo siento, de verdad que lo siento. Me gustaría que las cosas fuesen de otra manera pero no podía seguir engañándoos más, engañándome a mi misma.

Espero que, esteís donde esteís, seaís muy felices en vuestra vida de ensueño con vuestros amados príncipes. Que cada beso os sepa a final de cuento de hadas y que las perdices no dejen nunca, nunca de abundar. Que mientras, en la vida real, nos pelearemos cada día un poco más por intentar encontrar a un chico normal y corriente que nos haga sentirnos como princesas.

Con infinito cariño,
Guiomar.

P.D:  "Érase una vez." Ya tuvo su tiempo. Ahora es el momento de crear otro inicio para nuestras historias.

2 comentarios:

  1. Dios mio, es preciosa *__*
    ¿Como consigues escribir todo esto? enserio, felicidades, me as emocionado.

    ResponderEliminar
  2. La razón que tienes...
    No te has dejado nada ;)

    ResponderEliminar