Desgarra y quema por dentro.
Te mira desde lejos esperando que te acerques para acariciar tu boca y meterse dentro. Te vuelve loco, te incita a acercarte más y más.
Y luego ya no está solo en tus pulmones, está también en tu cabeza, en tus sueños, en tu piel... en cada escalofrío que te produce no tenerla dentro.
Y te encoges sobre ti mismo, y lloras, y gritas. Estas muy nerviosa.
Y pides un poco a quien sea. Te entra calor, te entra frío, te entran ganas de matar por un poco de ella. Por sentirla dentro y que te queme la boca.
Tan perfecta, tan si misma... tan cara y tan jodidamente atractiva, tiene que ser tuya de cualquier modo.
Venderías a tu madre por tenerla otra vez, venderías tu puta alma por sentirla todo el tiempo.
Pero sus efectos se pasan y siempre quieres más.
Te mira desde lejos esperando que te acerques para acariciar tu boca y meterse dentro. Te vuelve loco, te incita a acercarte más y más.
Y luego ya no está solo en tus pulmones, está también en tu cabeza, en tus sueños, en tu piel... en cada escalofrío que te produce no tenerla dentro.
Y te encoges sobre ti mismo, y lloras, y gritas. Estas muy nerviosa.
Y pides un poco a quien sea. Te entra calor, te entra frío, te entran ganas de matar por un poco de ella. Por sentirla dentro y que te queme la boca.
Tan perfecta, tan si misma... tan cara y tan jodidamente atractiva, tiene que ser tuya de cualquier modo.
Venderías a tu madre por tenerla otra vez, venderías tu puta alma por sentirla todo el tiempo.
Pero sus efectos se pasan y siempre quieres más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario