Behind.

Un trozo de espejo, un vaso con agua, una canica que no sabe girar, unos gritos envasados al vacío que nadie quiso nunca escuchar, una mirada en una cámara de fotografía, una gran bola de cristal que refleja el cielo, un arcoiris pintado en un trozo de servilleta, dos palabras escritas con rotulador en el marco de una puerta, un nombre, una sonrisa, una canción, siete frases de siete palabras, miles de listas de cosas que nadie entiende;
papel y un bolígrafo.

martes, 3 de abril de 2012

6 a.m

Ya está, ya me he desvelado. Ya no voy a poder parar de dar vueltas en toda la noche, voy a darle motivos a mis ojeras para empeorar y voy a dejar a mi mente que se autotorture pensando en ti.
Son las 6 a.m pasadas y me parece la peor hora para estar despierta; nadie con quien hablar, nada que hacer, demasiado silencio, demasiada quietud. Si las cosas fueran bien, si todo estuviera a derechas, no me importaría estar despierta. Pero cuando las cosas van mal y estar así es sinónimo de ponerse a pensar y echarse a llorar quizás ya no sea tan agradable. 
Y, como siempre, te haces las mismas preguntas. Estúpidas dudas irresolubles que solo te hunden y atormentan más aún, sabiendo que a estas horas uno es mucho más subceptible. 
Me siento tan rara, tan fuera de mi misma. Las ganas de llorar vuelven cada noche con más fuerza, aún ahora que estoy lejos de los gritos estos vuelven en mis peores pesadillas. Tengo miedo de dormirme otra vez y que mi mente reproduzca una y otra vez la escena. No quiero volver.
Quiero irme a la playa, que me lleve alguien que me quiera y que esté ahí conmigo, tumbados en la arena sin más preocupación que ver chocar las olas contra las rocas. Pero no me hace falta la playa, solo quiero escaparme con ese alguien a cualquier parte a la que quiera llevarme; en serio, no importa. Pero lo más lejos que se le ocurra. 
No quiero vivir así. Sin poder dormir, pensando en qué pasara una vez vuelva a la que se supone que es "mi casa", una vez vuelva con esa mujer que en teoría me quiere. Últimamente me planteo mucho quien me quiere realmente y quien solo lo finge porque me necesita.  
¿Qué pueden necesitar de mi? 
Debería tratar de dormir, intentar volver a soñar y no aferrarme a los recuerdos que me traen pesadillas. Debería dejar a mi cabeza reposar, sin obligarla a pensar y tratar así de no seguir llorando, porque ya me duelen hasta los ojos. 
Porque estoy asustada y porque te echo de menos. 
Quizás mañana lo consiga, duerma del tirón, sin intromisiones de pensamientos  a las 6 a.m, sin pesadillas, sin dolor de cabeza y con tu presencia en mi vida como algo suave y estremecedor. Supongo que por eso dicen que mañana será otro día.

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