Hoy me he vuelto a ver reflejada en el espejo. Me he mirado sin miedo, los ojos cansados y el pelo revuelto no han logrado disminuir mis ganas de comerme el mundo entero.Pero te extraño. Te quiero en mi cama, en mis sueños, sálvame de mis pesadillas y de los silencios infinitos que se producen entre el colchón y yo.
Somo víctimas silenciosas de una prisión impuesta, sin carcelero, ni rejas. Pero sin posibilidad de escapar, sin voz para gritar y nadie que escuche los golpes sordos que damos contra la pared, con furia, con ansias de libertad.
Quería jugar a olvidarme de todo y me ha tocado perder. Delirios en medio de la noche, insana está mi mente, perdida. Me aturden las emociones y los sentimientos más intensos. Procuro no pensar, pero no puedo no hacerlo. Las ideas vienen y van, recorren todo mi cuerpo y me golpean en la sien y haciéndome creer que hoy soy menos libre que ayer.
¿A qué llamas felicidad? Dime lo que buscas y revolveré el mundo para encontrártelo. Dime que me quede y no me moveré, dime que me marche y besaré tu frente antes de irme cerrando la puerta tras de mi.
Pide. Pide lo que sea, porque estoy dispuesta a darlo todo. Solo pide y yo pondré el límite. Pero no dejes de hacerme saber que buscas.
Seamos víctimas otra vez más de la confusión y el miedo. Del no saber estar y el no saber comportarse, procurando no caer en la mágia traicionera de las palabras. Porque sobran todas ellas, pero hacen falta más sueños, más contactos, más miradas, más besos.
Y quizá aún le tengas miedo a un ruido de pisadas alejándose de ti y dejándote solo y perdido en medio de la inmensa nada que has formado a tu al rededor. Pero yo quiero mantenerme, no hagas que me vaya. Porque si lo haces, tal vez, esta vez sea en serio y yo ya no pueda volver para estar contigo. Y no quiero dejarte, pero si me lo pides no tendré otra opción.
Mañana me miraré al espejo y me veré sonriente, me veré radiante y será como si fuera nueva. Algún sueño adolescente me sacará de la pena y me arrastrará a la más inmadura de las alegrías. Maña querré contagiarte mis bienestar, a ti y a todos. No hay más noches oscuras, no me quedan más silencios que ofrecer.
No es un "Te quiero", es una sonrisa mal dibujada que solo yo puedo recomponer.
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