Miro a ambos lados de la carretera antes de cruzar, no viene nadie. Subo el volumen de la música y cruzo en dirección a la parada del bus. Faltan 3 minutos aún para que llegue y eso sin contar con el retraso. Me apoyo en la marquesina y miro hacia abajo, moviendo la cabeza al compás de "She's Got Style". No soy capaz de oír los sonidos de la calle; los coches, la gente, los pasos, los ladridos y los maullidos quedan anulados a mi alrededor.
Una señora me mira mal, mi música está muy alta y parece molesta. A mi me molesta su manera de mirarme, pero no tengo intención alguna de quejarme y decirla que deje de hacerlo.
Seamos justos ¿si yo no me meto contigo por qué ibas a meterte tú conmigo?
Ya han pasado los 5 minutos, el bus está a punto de llegar. Pienso en ello y se me acelera el pulso, siempre me ha gustado viajar en bus sola.
"Strawberry fields " comienza a sonar justo en el momento en el que el bus da la vuelta en la rotonda para acabar parando justo delante de mi. Subo y paso mi billete por la máquina que me lo devuelve con un "piiii" y una lucecita verde. Lo recojo y me dirijo con calma a los asientos traseros. Ahí nunca se sienta nadie y a mi me gusta viajar con las piernas estiradas. Sonrío para mi misma y me acomodo, el motor del bus ruge indicándome que va a arrancar.
25 minutos, aproximadamente es lo que tarda en llegar a Madrid. Sonrío otra vez; solo 25 minutos y estaré en Moncloa.
Saco el móvil y sin desbloquearlo miro mi reflejo en la pequeña pantalla; me he pintado un poco y no estoy del todo convencida de mi aspecto. Las medias azules son bonitas, me gusta su color y quedan muy bien con la falda y las botas negras. "Seguro que en otro cuerpo quedarían mejor." me digo a mi misma mirando mis piernas. Suspiro, ya no hay vuelta atrás.
Me coloco el gorro cerrando los ojos, el balanceo del bus me adormece, es agradable.
Últimos minutos, suena "Fisrt Dance" y casi automáticamente decido pasarla, pero me detengo a mi misma y cierro los ojos de nuevo.
No es justo ir a Madrid y tener la sensación de que vas sin motivo alguno.
El bus se para, las puertas se abren y yo espero calmada a que salgan todos de allí. Cuando no queda nadie me levanto y me dirijo a la puerta desperezándome poco a poco, un pequeño bostezo escapa de mi boca.
Echo a andar hacia el metro, paso el billete, lo recojo y bajo las escaleras hasta el metro que acaba de parar. Menuda suerte.
Tengo que bajarme en sol, esa es mi parada. Pero me quedo en Plaza. Me bajo y subo las escaleras. Quiero ir al bar "Jamaica" y tomar allí una pequeña porción de tarta de chocolate, luego iré a Sol a pie. Está relativamente lejos, pero tengo tiempo.
Además el tiempo ya no me preocupa demasiado. En el bus perdí mis motivos para ir a Madrid, ahora solo queda esperar.
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