A mi no me gusta desconocer las manos que me acarician. Ni que me bese el cuello una boca que no tiene rostro para mi, prefiero haber oído antes la voz que me susurra al oído las cosas más ardientes que me apetezca imaginar.
A mi me gusta saber quien me venda los ojos y juega conmigo.
Solo yo eligo quien juega con mi boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario