Hay veces que a la vida lo único que me veo capaz de pedirle es una voz. Nunca he llegado a tener clara que voz quiero, ansio o necesito. Solo pido una voz que me diga ese "Algo".
Y quedarme embobada frente a los deslices contínuos de unos dedos sobre las cuerdas de una guitarra desconocida.
Y escuchar salir las notas vibrantes de ella, amar cada sonido como si se tratara de una sombra que no cruza palabras conmigo pero que no me olvida ni abandona... mientras me abstraigo en mis pensamientos carentes de sentido pero llenos de razón y sentir como los latidos de mi corazón se quiebran junto con mi inexistente respiración.
Y quedarme embobada frente a los deslices contínuos de unos dedos sobre las cuerdas de una guitarra desconocida.
Y escuchar salir las notas vibrantes de ella, amar cada sonido como si se tratara de una sombra que no cruza palabras conmigo pero que no me olvida ni abandona... mientras me abstraigo en mis pensamientos carentes de sentido pero llenos de razón y sentir como los latidos de mi corazón se quiebran junto con mi inexistente respiración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario