Behind.

Un trozo de espejo, un vaso con agua, una canica que no sabe girar, unos gritos envasados al vacío que nadie quiso nunca escuchar, una mirada en una cámara de fotografía, una gran bola de cristal que refleja el cielo, un arcoiris pintado en un trozo de servilleta, dos palabras escritas con rotulador en el marco de una puerta, un nombre, una sonrisa, una canción, siete frases de siete palabras, miles de listas de cosas que nadie entiende;
papel y un bolígrafo.

domingo, 25 de noviembre de 2012

1019134.

Se parece tanto a ti que asusta. Cada uno tiene sus problemas y el mío es el malestar que siento cuando me acuerdo de ti. Cuando suena una canción que ni si quiera tenías adjudicada y me echo a pensar solo porque guarda similitud contigo, con lo "nuestro". Una noche, una sola noche en la memoria a veces es suficiente para hacerme retorcer y chillar como si realmente me intentara aferrar al hecho de que no te puedo querer, de que no tengo ese derecho y de que solo quedan "te gusto" con carencia de acento en la o. Seguro que tú encontrarías mejores palabras que yo para escribir lo que pretendo, o lo que pretende cualquiera. Cada uno se encoge y se queda en su campo literario. Me hubiera encantado decirte hace tres semanas que estaba volviendo a ser yo, que he empezado teatro y vuelvo a estar entera. Contarte que me dio por pensar que quizás todo halla sucedido así porque no tenía ese apoyo que supone para mi volver a actuar como tal. Tampoco hubiera estado mal que hubieras estado ahí cuando quise tirar la toalla con eso de la audicción en mi instituto, porque estaba muy nerviosa y no me entraba el texto. Hubieramos hablado y no me hubiera acordado de que al día siguiente valoraría un jurado menor mi "talento", dios mío, quizás me cojan y quiero que lo sepas pero no puedo decírtelo. Porque soy muy orgullosa, soy tan orgullosa que no tengo manera de saber qué tal acabó tu libro o qué tal el golpe que te dieron bajo el ojo, no sé si tienes cicatriz o si ya se pasó del todo. Son tantas las cosas por contarte y preguntarte que ya pesan. Ya cansa llevarlas conmigo.

"¿Recuerdas que siempre decías que nos fuéramos un fin de semana juntos, tal cual? Hagámoslo, vayámonos a la playa." 

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Fácil, electroviral e instantáneo. Tan sencillo como un clic para invitarnos a pasar un fin de semana en la arena. Realmente me apetece cambiar mi destino de viaje, pero no puedo hacerme algo así por un capricho más breve que una noche de verano. Porque está mal y no suena a razonamiento lógico, aunque suene a razonamiento mío. 
A veces me pregunto muy en serio por qué las cosas conspiran así, pero nadie te da nunca las respuestas que buscas y siempre me quedo a medias pensándolo. Te leo, te pienso, te fumo y me dejo caer en un apagado cúmulo de situaciones que me han llevado a estar apoyada en una ventana con medio cuerpo fuera y toda la cabeza volando lejos. Fácil de sentir el viento en la cara, pero difícil de describir semejante paz. Lo mismo con tu voz y tu imagen en mi cabeza, mi cabecita pensante y desquiciada.
Pero bueno, tampoco quiero extenderme y convertirme en uno de esos idiotas que utilizan miles de palabras para decir algo tan sencillo como esto;

Te echo un poco de menos.




Ahí lo tienes, ahora haz con esto lo que quieras y, por favor, cuídate mucho.

3 comentarios:

  1. Igualmente y eso de la playa sigue en pie, no estoy olvidandopte, espero ese dia en el que vuelvas a hablarme. ;)

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    1. Aprender a leer es algo que todos deberíamos intentar. Aprender a entender más aún. Y despojarnos del ego.
      Sabes leer, pero no entiendes y eso aumenta ese ego.
      Y ahí está el problema.

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    2. Vale, lo siento, siento haber malentendido. Pero lo dicho, si quieres algo de mi, aqui ando...

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